Mi habilidad cuando sufro
No hay fragilidad
Ayer fue un día de
mierda, he tenido malos momentos pero siento que todos se acumularon en uno
solo, uno donde exploté y sentía como mi cabeza dolía después de darle tantas
vueltas a un mismo asunto, culpándome por cosas que siempre pensé que fueron mi
responsabilidad, cuando en realidad nadie era el culpable ni responsable, sólo
los acontecimientos y las malas decisiones. Me dejé llevar por la cólera y la
tristeza, y me gustaría poder revertir todo lo que hice, incluso lo que escribí
hace unas cuantas horas atrás, pero no lo haré porque necesito que esté ahí
para recordarme las razones de porqué todos tenemos un límite y una forma de sanar.
Hoy al despertar me
sentía más que fatal, incluso fue difícil salir de la cama porque sabía que no
podía estar en casa pero de todas maneras me mantenía ahí, sabía que sólo
comería un poco y después me iría, incluso tenía ya en cuenta el lugar de mi destino, así que hice todo lo ya
mencionado y tomé camino. Fui bajo esos árboles en aquella plaza, donde está
esa banca que mirando hacia arriba se encuentra el "poste
número 15", tuve que hacerlo para calmarme un poco y recordar porqué
los acontecimientos se dieron en la forma que ocurrieron. Observé todo el paisaje,
las casas, las calles... Todos esos lugares por los que pasé millones de veces
mientras estudiaba en la escuela, donde hice incontables recuerdos, caminé por
ahí riendo, llorando e incluso corriendo en mis momentos de crisis, esos
pasajes tienen más de mí que cualquier otra persona, y creí que esa sería mi
última visita, pero una vez que retomé el camino de vuelta a casa decidí que
volvería siempre.
Volveré para leer,
escribir, llorar y tal vez dejar una marca en aquel muro que ya tiene
incontables grafitis, y no interesa qué o quién esté a la vuelta de la esquina,
ese lugar de alguna manera ya es mío, tiene una marca no física, sino
emocional, y todos sabemos que esas marcas no se pueden quitar.
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐
Hoy pude verme a mí
misma nuevamente en esta situación de crisis, y las personas que me conocen
bien saben que necesito salir de casa cuando llegan. Hay días donde es de temer
porque todos, incluso yo, saben que es un peligro, ya que corro, corro y sigo
corriendo hasta que mi cuerpo no da más, pero siempre teniendo en cuenta a
donde quiero llegar. Pero hay otras veces donde camino lentamente también hacia
un destino... Y a los lugares que voy son donde hay un algo o un alguien que yo
considero un hogar, voy en busca de una persona que me abra sus brazos y me
contenga después de ese largo viaje, a veces entre llanto y otras incluso entre
risas donde digo que "no sucede
nada, sólo quería verte", y hay momentos donde no doy una explicación,
porque es más complejo de lo que podrían pensar, y hoy sucedió. Estaba buscando
algo, tal vez respuestas, me quedé sentada esperando por casi una hora,
entonces fue cuando me di cuenta que estaba en el lugar equivocado para
encontrar eso, así que cambié mi rumbo.
No quiero hablar del
lugar al que fui... Pero ciertamente ahí estaba mi hogar, mi nuevo hogar.
Esperé también por una larga hora, y la diferencia es que alguien si llegó, no
sabía que yo estaba ahí, tampoco le dije porqué, ya que no valía la pena, pero
eso era lo que necesitaba.
Me asusta pensar que
algún día ya no tendré un lugar donde ir, me aterra pensar que siempre cambia,
siento que nunca hay algo estable para mí...
Recuerdo una vez que
corrí como nunca sólo para ver a una persona, como me senté en la vereda de su
calle esperando que saliera y me ayudara con todo lo que sentía en esos
momentos, y a veces duele pensar que necesito de alguien que venga por mí y me
ayude a levantar, duele pensar en mí sentada en un sofá mientras me miran a los
ojos buscando saber por qué estoy ahí, porque yo no lo sé, ustedes lo saben,
dime qué hago ahí y porqué escogí que seas tú, dime porqué mi cabello está
sucio y corre ese sudor frío por mi espalda sin importarme. Ayúdame, por favor
hazlo.
Yo soy una persona que
debe tener controlado todo a su alrededor, y a veces los demás me dicen que
debo soltarme, pero si no lo hago es por todo lo que leyeron antes, por la
sensación de adrenalina que tengo en esos momentos donde todo parece más frágil
y yo más invencible. Pero una vez alguien me dijo que no lo soy, que no puedo,
y es verdad, no puedo pararme en medio de la calle esperando que un auto no me
arrolle, tampoco puedo saltar de un risco esperando que en la caída no me haga
daño, sólo soy un ser humano, mortal y jodidamente dañado.
(831 palabras. Sí, me excedí)
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