La biblioteca de mi vida

 

“No soy un cobarde, pero soy muy fuerte. Es tan difícil morir”

- Meriwether Lewis.

Normalmente suelo escribir esta clase de entradas cuando doy por finalizada una serie, sin embargo, esta vez es diferente porque aún me queda el último capítulo, pero quise detenerme para frenar un poco la tristeza y las lágrimas.

Sí, soy esa clase de persona que se toma demasiado a pecho las cosas que elige ver, no considero que esté mal, pero no debo olvidar donde queda la delgada línea entre la realidad y la ficción. Suelo sustraer cada parte que considero importante y que puede llegar a reflejar algo que le puede suceder a cualquiera, llámenme paranoica, exagerada o incluso fantasiosa, pero no puedo abandonar lo que ya es parte de mí.

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Está esta chica, que gracias a su vida y a su obsesión por la lectura, se plantea unas cuantas preguntas en base al final de un libro “¿Cuál es ese laberinto del que intenta salir? ¿Qué refleja el laberinto?¿Es la vida o es acaso la muerte?”, ella sabía que no podría encontrar por su cuenta la respuesta, pero es posible que haya llegado a una “de frente y derecho”, nunca descifró lo que era el laberinto, pero al encontrarse en él sólo había una forma de salir, vas en tu auto, pisas el acelerador y pones en marcha aquellas dos palabras que escribiste en el margen de la página que tanto conoces, la muerte era la solución, aunque considerando que aún no llego al final, eso tiene bastante sentido ¿no?

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Esta serie en particular me hizo sobrepensar en las oportunidades que una persona tiene para hacer las cosas bien, ya que entiendo bien la decisión que Alaska tomó en ese momento, aunque es muy probable que muchos de ustedes no, porque está bien, cometió un error y ahora debe afrontar las consecuencias más el dolor y tal vez una posible humillación, pero no es el fin del mundo ¿verdad?, pues para ciertas personas sí lo es, porque ciertos errores pueden comprometer todo lo que te importa, todo lo que has tardado en construir para sobrevivir a la estúpida realidad, y sólo un mal movimiento puede quitártelo.

Pienso que es importante que sepamos ceder ante nuestras emociones, no puedes simplemente esperar a decirle a alguien lo que sientes, no tienes que esperar a que se haga tarde, nada de eso tiene sentido, y puedo asegurar que más de una vez te arrepentiste de no haber hecho nada cuando pudiste hacerlo todo, por más que el resultado fuese catastrófico.

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Tenía en mente escribir algo bastante depresivo, pero por cómo han avanzado las cosas este día, la verdad es que no tengo nada triste que decir, al contrario, me siento feliz a pesar de todo, y resultó ser una entrada bastante breve.

¡Gracias por leerme esta vez!