🐇Follow the white rabbit🐇

No te acostumbres Un triste recordatorio para mí misma. Todas las personas cometemos un error en conjunto, y es acostumbrarnos o ponernos cómodos con ciertas actitudes que los demás nos entregan, con eso me refiero a cosas tanto positivas como negativas, pero en mi caso siempre serán las positivas, puede que suene raro, ya que ¿qué tiene de malo acostumbrarnos a lo que nos hace bien? Pues no saber vivir sin eso una vez que te lo quitan o te alejan de ello, eso siempre será la peor parte. No te acostumbres. No te acostumbres a la compañía ni a quién recurrir cuando el mundo se cae a pedazos. No te acostumbres a las demostraciones de afecto. No te acostumbres a los abrazos que te llenan el alma, y mucho menos no te pongas cómoda entre brazos que no sean los tuyos. No te acostumbres a los besos, sobre todo a esos que van en la frente, en la punta de la nariz o la comisura de los ojos, de esos debes desapegarte antes de que entiendas que sólo los recibes de quienes quiere...

  “No soy un cobarde, pero soy muy fuerte. Es tan difícil morir” - Meriwether Lewis. Normalmente suelo escribir esta clase de entradas cuando doy por finalizada una serie, sin embargo, esta vez es diferente porque aún me queda el último capítulo, pero quise detenerme para frenar un poco la tristeza y las lágrimas. Sí, soy esa clase de persona que se toma demasiado a pecho las cosas que elige ver, no considero que esté mal, pero no debo olvidar donde queda la delgada línea entre la realidad y la ficción. Suelo sustraer cada parte que considero importante y que puede llegar a reflejar algo que le puede suceder a cualquiera, llámenme paranoica, exagerada o incluso fantasiosa, pero no puedo abandonar lo que ya es parte de mí. 🎁🎁🎁🎁🎁 Está esta chica, que gracias a su vida y a su obsesión por la lectura, se plantea unas cuantas preguntas en base al final de un libro “¿Cuál es ese laberinto del que intenta salir? ¿Qué refleja el laberinto?¿Es la vida o es acaso la muerte?...

  Tal vez Noviembre sea más que un mes para sólo escribir una novela, puede que también haya sido hecho para escribir hasta que te sangraran las manos y los ojos, y la mente quede tan vacía como para seguir existiendo. Hace un par de días le explique a una persona sobre esta creencia extraña de que todos nacemos con ciertos dones, unos suelen ser más importantes que otros pero de todas maneras siempre están ahí, y yo he creído desde hace ya un largo tiempo que tengo varios de ellos, pero seguramente si tuviese que escoger uno de los más importantes para mí, sería en definitiva tener la habilidad de encontrar películas, series o libros en el momento preciso de cuando les necesito, y sé que suena un poco sugestivo, pero esa es mi realidad de toda la vida, lamentablemente no me sucede con la música porque no siento que esté del todo conectada conmigo, pero si hablamos de una narración compuesta por varios personajes y un gran desarrollo, puedes dar por hecho que yo estaré ahí. Pue...

  No publicaré esto el mismo día en que termine de escribirlo, ya que es muy probable que me arrepienta de haberlo hecho, y no porque piense en escribir algo que pueda comprometerme, es más bien por el hecho de atacarme a mí misma bajo mis peores circunstancias. Hay días donde me devuelvo en el tiempo a cada una de las ocasiones donde pensé “¿cuál es la necesidad de aferrarse tanto a la vida? ¿Cuál es la necesidad de hacerte tanto daño por un estúpido sentimiento que no debería matarte por dentro? Dime, ¿cuál es la necesidad de revivir las decisiones que uno toma sabiendo que duelen pero son lo mejor para todos los presentes?” Cuando me miro al espejo veo tantas cosas, veo perfección e imperfección, veo una mueca feliz que luego le sigue una triste, veo unos ojos que buscan resaltar en la multitud y un cuerpo que últimamente preferiría ser oculto por los descuidos. Veo un cabello que se rehúsa a ser cortado y unas uñas que piden ayuda tras la ansiedad, veo palidez y enrojecimie...

  Quise pasar nuevamente por aquí ya que lo necesito, y es que “está bien enojarse y está bien llorar” . No me siento bien, anímicamente estoy arruinada como la mayor parte del tiempo, y para qué hablar de mi salud, no me contagié pero tuve una gripe tan fuerte que perdí el gusto y el olfato. He tomado tantos medicamentos al mismo tiempo que anoche por suerte no me sucedió nada, pero la cabeza me daba tantas vueltas que pensaba que me desmayaría en cualquier momento. Algo que odio y siempre odiaré es la distancia, no me gustan las despedidas y no me gusta acostumbrarme a la gente, me desagrada ponerme cómoda y encontrar estabilidad en algo o alguien, porque no importa lo que haga siempre acabo por hacer daño o enviando señales de que deben marcharse, o incluso sospechando o sacando conclusiones de cosas que no son más que imaginaciones. Últimamente sólo soy capaz de sentirme bien por un par de horas, siempre y cuando alguien esté a mi lado, he llorado por todo y por nada, por...