When we all fall asleep, where do we go?

 

If you can’t wake up from the nightmare,
Maybe you’re not sleep.

Wake up, I can’t feel a thing

I wonder if this is a dream

Look over, I hear a scream

I wonder if that if that was from me

 

Voices inside of my head

Please get out

Okay, let’s see what’s outside of my house

Carousel horses and kids all about

What are they singing? It isn’t too loud.

Sé que en este espacio suelo escribir cosas personales, pero esta vez y en mi opinión, lo será aún más de lo que ya están acostumbrados.

A lo largo de estas semanas he atravesado acontecimientos que estremecieron mis bases, he tenido golpes de realidad duros, pero esta vez me di contra la pared y tengo unos cuantos huesos rotos. Siempre he sabido y también los demás me han dicho que soy una persona un tanto insensible, palabras ciertas pero limitadas, todo tiene su razón de ser ¿no? Mi condición impide que pueda sentir cierta clase de emociones y otras las lleva al extremo, pero tomó una mala decisión cuando eligió la preocupación y la tiró directamente a la basura.

Es difícil escribirlo, es una de esas cosas que jamás dije en voz alta, de hecho, en estos días fui capaz de decirlo tan sólo una vez porque necesitaba que se comprendiera lo que estaba sucediendo, pero mientras lo hacía sentí vergüenza y temor, ya que ¿cómo le dices a alguien que te importa demasiado que en realidad no te preocupas lo suficiente? Aunque yo no sea culpable me siento inútil e incompleta, me da vueltas el pensamiento de que nadie es capaz de quedarse cerca de quien no siente lo que tanto se espera.

Tal vez le debo respuestas a muchos, y es que en el pasado incontables veces no tuve más opción que fingir preocupación, porque seamos sinceros en esto, eso es lo que todo el mundo espera, de los cercanos y de quienes no, todos quieren a alguien que vaya tras sus pasos asustados de que llegasen a fallar, con temor a que suceda lo innombrable y dispuestos a ayudar o derramar lágrimas con y por ellos, sin embargo, yo lo hacía de forma casi programada, analizaba lo que esperaban y se los daba sin estar preocupada o aterrada, ni lo más mínimo, era lo que tenía que hacer para sobrevivir y encajar, realmente anhelaba sentirla, que llegara por sí sola, pero fue una espera sin fin, al menos en esos años.

El tiempo cambia a las personas, pero no es el tiempo quien lo hace, son las vivencias que ocurren en él, y por cómo elijo vivir y en las creencias que tengo, siempre tengo miles de ellas y es por esto que tengo la gran ventaja de que tarde o temprano algo aprenderé y las cosas cambiarán, sea a la buena o a la mala.

Quise dar esta introducción para que puedan comprender mejor todo lo que sigue en esta larga historia, así que dejo en sus manos si deciden darse el tiempo de leer algo que no tendrá ningún precedente en sus vidas en general.

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Hace una semana sucedió algo que me dejó aterrada hasta hoy y contando, hace años no atravesaba una situación que me dejara tan traumatizada y con el corazón en la garganta.

Era un lunes en la madrugada, yo debía trabajar y no llevaba muchas horas en la cama, no estaba del todo dormida porque seguía alerta al entorno, como si oyera el mismo silencio que me rodeaba, y el silencio fue interrumpido cuando fue sustituido por gritos, primero pensé que estaba soñando,  hasta que noté que las voces se hacían cada vez más claras y reconocibles, eran mi madre y mi hermana, y los gritos provenían de la habitación de al lado. Mi abuela me despertó por completo y sólo reaccioné a salir lo más rápido posible, la luz estaba encendida y la puerta abierta, y lo primero que vi fue a mi madre recostada de espalda sobre la cama con mi hermano menor encima, mientras mi hermana mayor tenía su mano sobre la espalda de él, y entre las dos gritaban “¡Despierta, por favor, despierta!” entre lágrimas. En ese momento un montón de posibilidades pasaron por mi cabeza, pero la que me pareció más certera fue que algo sucedió mientras dormía, no lo sé, tal vez se estaba ahogando y no despertaba, pero lo que me aterró aún más fue que no estuviese respirando, eso me hizo entrar en pánico, jamás había sentido tanto miedo en mi vida, jamás.

Segundos después de que todo esto ocurriera, comencé a desesperarme y noté que había salido de la cama con mi celular en la mano, y de forma instintiva marqué el número de mi padre (quien no vive con nosotros) y tan sólo tomó dos “bips” antes de que mi hermano respondiera “estoy despierto…”, y de un instante a otro mi alma regresó a mi cuerpo, estaba arrodillada en el suelo con lágrimas corriendo por mi rostro intentando volver a respirar con normalidad, no entendía nada, no sabía que había pasado, pero ya ni siquiera importaba, creí que lo estaba perdiendo.

No quiero dejarles con la duda de que sucedió esa madrugada, así que les contaré toda la historia. Más o menos 5 minutos antes de que yo despertara, mi hermana estaba en el primer piso despierta viendo la televisión cuando empieza a escuchar gritos arriba, gritos que eran notablemente de mi hermano y no querían parar, subió lo más rápido que pudo, abrió la puerta y encendió la luz, y pudo ver como el pequeño estaba sentado en la cama con los ojos bien abiertos y un gesto de terror absoluto, se lanzó sobre mi madre y después no hubo reacción alguna, seguía dormido y ellas querían despertarlo.

En simples palabras estamos hablando de una pesadilla, pero cuando me mencionaron que estaba sentado en la cama y con los ojos abiertos, el miedo se apoderó de mí, ya que sólo pensaba en que nunca estuvo dormido y lo que vio era real, y quería hacerle daño, algo por lo que yo ya he pasado antes. En lo que prosiguió de esa noche ninguna de nosotras pudo pegar pestaña, el corazón no dejaba de latir y yo temblaba sin parar, tuve que mantener la luz de mi teléfono encendida para calmarme, pero nada me dejaba tranquila porque sentía que había algo alrededor y que sólo bastaba un poco más para que viniera por las restantes (…)

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Este blog será realmente largo, así que si quieren continuar la historia por favor esperen la siguiente parte. Si llegaron hasta aquí, muchas gracias por su atención o preocupación.