El Hierofante
Arcano número 5
¿Qué tal lectores? ¿Ya
están preparados para Navidad? ¿El árbol está puesto y las luces ya encendidas?
Sé que es costumbre de
todos los años, pero como verán, este año el blog no tiene su alegre temática
navideña, tomé esta triste decisión considerando que gracias al trabajo no
podré celebrar como se debe, incluso recibir el año nuevo en familia será algo
imposible, estaré sentada en la parte trasera de un taxi en camino a casa para
sólo llegar y acostarme a dormir en su lugar, eso en verdad suena deprimente,
pero a decir verdad, el dinero es una de mis más grandes prioridades considerando mi situación actual, así que a pesar de llevar semanas aguantando
las lágrimas por tantas cosas, supongo que por ahora no me queda más que
aceptar lo que me tocó.
Por el momento
Diciembre ha sido igual de espantoso que Noviembre, sólo que esta vez por temas
de salud física más que psicológica. Puede que me vaya a lo muy personal, pero
semana tras semanas son cosas diferentes de como mi cuerpo decide traicionarme.
Todo inició con jaquecas
y migrañas tan fuertes que apenas podía moverme, no importaba cuanto medicamento
tomara, no desaparecían con nada, luego descubrí que todo fue ocasionado por la
dosis tan alta de mis pastillas para dormir, una vez que las reduje
desaparecieron por completo, pero todos los días me despierto con el miedo de
que empiecen una vez más. Lo segundo fue problemas estomacales sin razón
alguna, no podía comer ni salir de mi casa porque toda clase de comida o
bebestible me arruinaba por completo, y en realidad eso sigue hasta el día de
hoy sólo que decidió parar por unos días, y yo digo que es por la tercera
razón. Mi abuela en su trabajo se contagió de algo, puede ser covid como una
gripe o faringitis, aun no lo sabemos, pero fui la segunda en caer y no puedo
parar de toser, en estos momentos tengo la nariz adolorida y los oídos tapados,
no puedo mantenerme de pie tanto tiempo, y pues este día finalizó con un
sangrado de nariz que al menos logró quitarme la presión que sentía en los
extremos del rostro. Esto es lo que pasa cuando tienes como carta anual al Sumo Sacerdote y decide invertirse al
final de toda la cadena, lo cual me parece una total estupidez.
Aun no quiero escribir
la entrada dedicada a hacer la introspección del 2022, aun me quedan un par de
semanas para aprender algo nuevo o cambiar de opinión sobre estos meses, esta
vez quería desahogarme de todo lo que he tenido que soportar por tener las
defensas tan bajas y cuidarme tan mal, supongo que es bien merecido después de
todo, pero veo cierta clase de esperanza en torno a la salud para el próximo
año.
Tal como leyeron, hice
una mención a la carta del Sumo Sacerdote (o el Papa), aunque no lo crean, tuve
la cabeza en las nubes por tanto tiempo que había olvidado esto de las cartas
del tarot y la enseñanza anual. En un principio creí que todo su significado
sería basado en volver a la Universidad y poner todos mis estudios en orden de
una buena vez, pero al parecer había planes diferentes para mí, y de no ser por
esa decepción jamás habría tomado la decisión de partir nuevamente con terapia,
al final el orden siempre tuvo que ver con mi mente y agradezco que todo
llegara a mí sin pedirlo, pensé que una carta así no lograría enseñarme mucho
pero en realidad me sorprendió bastante, pero de todas maneras le guardo rencor
por toda esta enfermedad.
Para el 2023 se viene
la carta de Los Enamorados para mí,
estoy emocionada por recibirla ya que tengo la sensación de que será una gran
enseñanza en torno a lo emocional, será un año de corazón y no de cabeza, al
contrario de este, y en el fondo siento que eso es lo que necesito para poder
conectarme conmigo y los demás, y pues no paro de bromear en que se viene boda
para mí, es un chiste pero uno nunca sabe (jaja)
Quiero darles un dato
también, y es que dependiendo de los números de tu nacimiento es equivalente a
cuantas cartas del tarot tendrás a lo largo de tu vida, como mis dígitos son
tan altos, siempre tendré las mismas 9 cartas una y otra vez, y cada 10 años
(van disminuyendo después) sale una nueva, y la buena noticia para mí es que
nunca sacaré la Torre, y siento un
poco de lástima por quienes la tienen como parte de su ciclo, así que si les
toca en unos de los años próximos, les dedico unas cuantas risas y unas
palmadas en el hombro, prepárense para un ciclo de pérdidas.
Y bueno, esto es todo
lo que tengo que decirles por ahora, que tengan unas lindas fiestas, nos
estamos comunicando en un par de semanas más para despedir el 2022 en conjunto.
¡Hasta la última
actualización del año!
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