Si muero joven
If I could find a way to see this straight
I'd run away, to some fortune that
I should have found
By now
And so I run now to the things they said could restore
me
Restore life the way it should be
I'm waiting for this cough syrup
To
come down
Young
the Giant – Cough Syrup
“Pastillas verdes, azules y rosadas. Jarabes para la tos y tanques de oxígeno.
Batas blancas, salas oscuras y camas de hospital. Hay quienes jamás tuvieron la
oportunidad de ver la luz del día, y hay otros que nunca tuvimos opción a pesar
de seguir viviendo.”
“La luz del sol desgarra
mi piel, las emociones fuertes son como bombas de tiempo dentro de mi pecho, no
tengo recuerdos si quiera de heridas en mis rodillas o tierra en mis manos,
estas cuatro paredes almacenan los gritos y la desesperación de un alma que
llegó en un envase que no funciona, no estoy enferma, estoy sentenciada.”
El anterior fragmento es
un escrito de una de mis personajes creadas desde el borde de la fragilidad,
escribí su historia con un tópico en mi mente, algo jamás vivido pero que podía
sentir a través de mi piel.
Ha pasado un largo tiempo
desde que no escribo por aquí, si leyeron mi anterior entrada, sabrán que fue
por una razón, una válida y de apoyo hacia mis compañeros escritores, aunque es
lamentable decir que no todos somos capaces de poder alejarnos de lo que somos,
y esta vez me vi en la obligación de hacerlo ya que llevo sintiendo esto por
mucho, y no encuentro la manera de exteriorizarlo con nadie, incluso sintiendo
las lágrimas caer por mi rostro cada vez que el pensamiento cruza por mi mente.
La enfermedad es algo que
nos ha afectado desde el inicio de los tiempos al igual que la muerte misma,
somos nuestros propios enemigos, la mente y el cuerpo son la dirección del ser,
nadie puede escapar de eso, es por esto que muchos se sienten atrapados en un
envase que no sirve para nada, en un cuerpo que no es el que nos representa
frente al espejo, y aunque podamos cambiar nuestra apariencia si es que así lo
deseamos, creo que no podemos cambiar lo que somos por dentro una vez que ya es
parte de todo lo que construimos. Dicen que siempre es posible cambiar, pero
¿ustedes ven esos cambios en todas las personas? Hay que tener fortaleza, hay
que aceptar los errores y fallas del sistema, si no, estamos acabados desde el
inicio.
Siempre he sido una
persona que al momento de explayarse en letras se da mil vueltas para llegar a
un punto, cuando en la vida real voy directo al grano porque no hay tiempo que
perder, así que en estos momentos decido explicar de una vez porque todo esto.
Estoy enferma, y creo que
decirlo así no refleja lo que realmente ha significado para mí este último año
y parte del pasado. Mis padres suelen decirme que cuando era pequeña, yo no era
una niña que tuviese problemas de salud, la verdad es que pocas veces en mi
vida visité un hospital, esa solía ser mi hermana, pero con los años lo papeles
se han ido invirtiendo.
El cambio se ha dado
desde que tres veces al año he tenido la oportunidad de acabar en medio de un
gran hospital con intravenosas, pero además de eso, también con
miles de consultas psicológicas y psiquiátricas, de las cuales siempre terminan
con prescripciones medicas, en la actualidad debo estar ingiriendo ocho
pastillas por día para cada malestar, para cada cambio anímico que pueda
presentar, y el consumo periódico de estos no ha hecho más que destrozar mi
estómago, razón por la cual ya no puedo tener una vida normal. Los dolores que
siento son como un desgarro, y no piensen que son sólo en las zonas donde estas
cosas han atacado, he llegado hasta el punto de sentir dolores en el pecho, un
ardor que no me deja caminar ni respirar, un dolor punzante que me deja tirada
en cama sin saber qué más hacer o decir, porque ya nada alivia totalmente esta
aflicción, y es que quedarme sin dinero sin poder llegar a conseguir esos
malditos remedios es una guerra constante, debo dar pena para que cada uno de
los integrantes de mi familia pueda contribuir para no perderlo todo en cada mitad
de mes.
No puedo explicar lo
mucho que esto me ha afectado, me miro en el espejo y cada vez me veo más pálida,
más enferma, más débil, y creo que nadie lo ha notado además de mí, aquella fragilidad en mi cuerpo, siento que me
romperé al más mínimos toque, o la mínima pregunta de cómo me siento al
respecto, y es que me siento como un ser inservible que le aterra salir a la
calle pero debe obligarse a hacerlo porque tengo responsabilidades, educativas,
afectivas, sociales y recreativas que no puedo dejar de lado, ya que acabaría
con lo que me queda de una vida normal.
He buscado lugares
seguros dentro de mí, y ya no hay ninguno que me de calidez, y a cada lugar que
voy, este infierno me seguirá porque no puedo desprenderme de él.
Siempre he creído que de
morir, lo haré muy anciana, tener muchos años en mi espalda que aseguren que
pude vivir cientos de experiencias, como estudiar, tener el trabajo de mis
sueños y viajar lejos de aquí, tal vez aprender latín y encontrar un pasatiempo
artístico para no volverme loca, pero entre más corre el reloj, más siento que
no llegaré lejos y que todas estas enfermedades se agravaran dejándome sin
nada, y es que si no puedes controlarte, se pierde todo.
Estoy cansada y deprimida,
estoy en lo más bajo de la cadena de supervivencia, y la verdad es que si muriera
joven, no me sorprendería.
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