Summertime Sadness

So when you're near me, darling can you hear me? 
S.O.S.

“I listened to your problem

Now listen to mine”

I didn´t want to anymore

    ¿Qué tal lectores? ¿Cómo estuvo su celebración de año nuevo? ¿Ya tienen su lista de metas hecha?

Como mi primera entrada del año quería preparar algo especial, tal vez más elaborado o con una temática llamativa, pero hay cosas que no pueden esperar, así que decidí partir con algo personal y emotivo, la mejor opción considerando que esta semana llegó a mí un recuerdo que logró llenarme los ojos de lágrimas, y de eso nacieron otros sentimientos que se me ha imposibilitado retenerlos, y pues una de mis metas de este año es evitar explotar y empezar a hablar antes de que se vuelva algo peor, así que vamos con esto.

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Hace un par de días me reuní con mi mejor amiga después de unas cuantas semanas sin vernos, plan que tuvimos que posponer luego de que algo terrible sucediera en su hogar, no sé si debería escribir sobre esto porque no me corresponde, así que no entraré en detalles de esta historia y sólo hablaré del hecho. Un martes por la tarde unos cuantos tipos hallanaron su casa, un robo en palabras simples, sólo estaban ella y sus hermanos en el hogar, y creo que está de más decir que fue una experiencia horrible y traumática, y sólo para el momento en el que logramos vernos logró contarme como sucedió todo esto, mientras lo hacía llegó un momento donde su cabeza bajó al suelo y se notaba que ya no podía decir más, no puedo explicarles como esto me rompió el corazón, tuve que contener el llanto porque no quería que ella se sintiera aún más vulnerable, entonces sólo esperé a llegar a casa y hablarlo con mi mamá, momento donde por fin pude desahogar totalmente mi frustración y llorar como tanto lo quise desde un principio. Quise contarles esto para hacerles comprender la historia que viene a continuación.

Los cumpleaños para mí siempre han sido cosa seria (puede que piensen que no tiene nada que ver con el tema anterior pero prosigan), esto suele suceder cuando pasas por experiencias muy gratas o incluso desagradables, y en mi caso fue por la segunda. Si no mal recuerdo, en mi cumpleaños número 8 o 9 estaba muy emocionada, me cambié a una nueva escuela entonces había muchas personas que conocer aún, y como era lo normal, mi mamá decidió celebrarlo con una pequeña fiesta. Para ayudarme a impresionar decidió hacer invitaciones "a mano", imprimió sobre un hermoso papel morado muchas formas de mariposa que se podían abrir como una tarjeta, y recortó cada una con mucha paciencia (puede que aquí naciera mi verdadero miedo a las mariposas), dentro de ellas tenían toda la información de cómo llegar a mi casa, y pues una vez que estuve en el salón de clases con ellas en la mano, se pelearon por tener una, y no tuve más opción que darles unas cuantas a unas chicas que no me agradaban en lo absoluto, chicas que en el fondo me aterraban por lo abusivas que eran.

La mala situación de todo esto, es que el fin de semana que eligieron para hacer la fiesta no era nada menos que el grandioso 11 de Septiembre, todo partió mal desde ahí, pero seguía teniendo la esperanza de que al menos cuatro de mis amigas pudieran asistir, incluso fui de compras por ropa nueva una semana antes. Cuando el día llegó estaba muy ansiosa, empezaron a llegar mis familiares, entre ellos mis abuelos paternos y unos cuantos primos ya bastante adultos, pero las horas pasaban y no llegaba nadie a quien yo hubiese invitado personalmente, cuando el miedo comenzó a ganarme decidí hacer unas cuantas llamadas para saber si vendrían, y las respuestas fueron decepcionantes, incluso una de mis mejores amigas de esos tiempos no vendría porque estaba castigada, la vergüenza que sentí fue tan grande que no tuve más opción que encerrarme en la cocina con mi mamá mientras lloraba en sus piernas. Todo lo que pasó ese día fue frustrante, hasta que cierta persona tocó el timbre, llevaba consigo un regalo en una de sus pequeñas manos, mi querida amiga, de quien les conté en la primera historia, ese fue el instante donde comprendí a quien le debería mi lealtad eterna, una promesa que he cumplido hasta el día de hoy como ninguna otra.

A la persona más importante en mi vida le sucedió algo que pudo costar su vida si las cosas se hubiesen salido de control o hubiesen sido un poco diferentes, y es por esto que mi corazón se rompió en primer lugar, yo no estuve ahí, pero siento que lo viví a través de sus ojos.

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Estos días he tenido tanto tiempo para pensar y la verdad es que estoy más deprimida de lo que quisiera, seguramente se acerca un episodio y esto no es más que un aviso, hace mucho que no me sentía tan decaída y hasta delicada, como si al mínimo toque me fuese a romper.

Si me preguntan, ya no sé porque sigo escribiendo en este lugar, comencé porque quería sentirme escuchada, ya que posicionar 700 palabras en una página en blanco donde yo era la emisora y receptora simplemente no me servía, pero siento que he vuelto al mismo punto, donde incluso ni los que me importan más me leerán, podría apostar que recibiré una respuesta a esto quizá 5 meses después con el comentario de "Recién te leí ¿por qué no me lo dijiste?" Y es porque me cansé de insistir y preguntar, hay cosas que no me gusta decir en voz alta y es por eso que hago esto, sin embargo, si me detengo me pierdo a mí misma por retener tanto, pero necesito sentirme aunque sea visible a dos ojos para no sentir que estoy sola en la mitad del océano.

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Esta parte del escrito lo estoy redactando dos días después de todo lo anterior, y quiero confirmarles que sí era el inicio de un episodio depresivo, y pude dar por hecho que mi diagnóstico más la interpretación de mi psicóloga fue real, que en mis momentos más bajos en lugar de volverme una depresiva suicida, me convierto en una depresiva paranoica, donde siento que todo a mi alrededor no es más que un ataque hacia mi persona, al parecer estos son peores que los maníacos, porque al menos en esos soy más racional, ahora sólo siento que debería encerrarme en mi casa y no volver a salir.

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El 23 de Enero me iré por fin de vacaciones para regresar el 30 del mismo, y no puedo explicar lo aliviada que estoy de no tener que estar en Santiago toda esa semana, estoy harta de esta estúpida ciudad y su estúpida gente, siento que me estoy ahogando, por primera vez en mucho tiempo casi le rogué a mi familia que saliéramos de acá, incluso insistí como una loca en esta empresa de mierda para la que trabajo para validar los días que bien merecidos tengo después de aguantar tanto sobre ese andén.

No puedo explicarles lo mal que me siento, en estos momentos llego a pensar que a varios de ustedes les debe dar gracia lo mal que la paso cada cierta cantidad de tiempo, porque finalmente es algo a lo que siempre vuelvo, para eso me medico ¿no?

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Quiero cerrar esta entrada, una que fue muy extensa, diciendo que estos días me he sentido decepcionada de muchas cosas, toda la vida odié Enero porque no le hallaba lo especial, para mí es como el día Domingo de los meses, avanza lento y es tedioso, y ahora puedo comprobar que realmente es una basura, no te mereces de nada mí maldito mes de mierda, llegará Febrero y todos te olvidarán, no lo olvides.

¡Buen mes para todos! (Si es que logran sobrevivir a él)

¡Hasta la próxima!

I’m so sick of myself